Freitag, 6. Mai 2016

Una extraña sensación

Hay una extraña sensación que me acompaña ya toda mi vida creo. Almenos mi vida consciente y es el deseo de entender la vida. De entenderla para vivir mejor, para ser feliz para sufrir menos.
Yo pienso, pienso y pienso, le doy vuelta a las cosas y las vuelvo a repensar para tratar de ver todos los lados y de ver que no estoy olvidando nada, trato de pensar en todos los "outcomes" posibles y al final me siento cansada y mal, porque no neceseariamnete llego a ninguna conclusión. O la conclusión a la que llego es que no se puede cambiara nada o que yo no quiero cambiar lo que se puede cambiar. Y entonces uno se siente como sin esperanza y decepcionado. Y esa sensación no me gusta y no la quiero. Y entonces me pregunto para qué tanta pensadera? para qué? de verdad? Hay como un momento en donde uno debe darse cuenta de que ya supero la frontera, ya se pensó todo lo que se podía pensar, dada la situación y la capacidad de uno, y entonces uno debe moverse a hacer algo. No pensar mas simlemente hacer ago. Y ese algo no necesariamnte tiene que tener algo que ver con lo que uno está pensando, sino puede ser cualqier cosa. Limpiar la casa, hablar con alguien, dar un paseo, tejer , cualquier cosa, pero que sea acción. Aceptar la pensadera y luego moverse.
Pensar y moverse. Ese es el ritmo de la vida.